¡Qué malo es el dinero! Nos subyuga y nos obliga a hacer cosas que no queremos en este sistema basado en el capital. A mí el dinero me parece una puta mierda, la verdad, así directamente, aunque soy consciente del sistema en el que vivimos, eso no significa que me guste o lo disfrute. Con todo y con eso, me he criado como comerciante y tengo esa habilidad bastante desarrollada desde que soy pequeño (de edad, sigo siendo pequeño de desarrollo vital).

Hace mucho tiempo que el dinero no es un ansia, si no casi una necesidad: si tengo un poco -o lo suficiente para estar cómodo un rato- no quiero más. Esto hace a veces que mis trabajos sean erráticos o esporádicos, ya que ocurren según la necesidad. Dentro de las posibilidades, solo trabajo en cosas que me gusten o me llamen la atención para aprender e intento no explotarme a mí mismo. Digo NO rotundo a la precariedad. Tras muchos siglos de lucha, solo quiero que se respeten los derechos adquiridos por las personas que los han luchado en el pasado. No podría ser de otra manera.

Hoy he visto que tengo 0,45 € en mi cuenta bancaria y, por pura necesidad, me he vuelto a activar en el laboralismo. Por eso, si estás leyendo esto y te interesa mi perfil o requieres algo de mis servicios, dímelo e igual podemos trabajar juntxs ahora cuando empiece septiembre. Tengo varias habilidades desarrolladas, seguro que alguna te puede ayudar. Si no, solo me quedará recurrir a mi ingenio para que pueda formalizar la fantasía que planteo en la viñetuela.

Gracias por aguantar la turra pecuniaria.

PD: He hecho una búsqueda en Google con el texto: “¡Qué malo es el dinero!” y lo primero que sale es un artículo del New York Times diciendo que el dinero no es ni bueno ni malo, que es solo una herramienta. Y claro que lo es -para eso se pensó-, ya que facilita e iguala las transacciones a través del valor-confianza, pero qué malos momentos nos da a todxs por la tremenda desigualdad que genera.

Puto asco del dinero.

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